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De cero a mil

miércoles, 13 de marzo de 2013

Sabéis que pone?






De pequeña me gustaba escribir cosas al revés, creo que era una forma de sublimar lo que me gustaría hacer con mi mundo.

El día del padre

La semana que viene es el día del padre, 19 de marzo, San José.

Os hablaré sobre mi padre.

Mi padre tiene 60 años y sufre una demencia desde hace tiempo.
Exalcohólico empedernido y drogadicto tiene dos obesiones en la vida, bueno tres.

El dinero, el tabaco y las pastillas.

Necesita tener 3 paquetes de tabaco en su poder, los tres empezados, porque si no es que no tiene tabaco. Eso supone un ataque de nervios, para la persona que está con él en ese momento porque es capaz de cualquier cosa con tal de hacerse con más tabaco, por ejemplo escaparse.
Lo de las pastillas creo que es una reminiscencia de su pasado adicto. Véase el diálogo que mantuvimos el otro día mientras yo intentaba que me dejara a solas para vestirme, envuelta en una toalla.

Padre: Me das unas valerianas?
Yo: Luego, cuando te vayas a dormir.
Padre: Va, dame unas valerianas.
Yo:
Padre: Me das valeriana, chata? Por favor.
Yo: Y no prefieres un valium?
Padre: Tienes valium? La cara de niño imaginándose un caramelo, el mejor caramelo del mundo, es indescriptible.

De tanto beber y tomar pastillas, el alcohol sólo no coloca tanto como si lo mezclas con tranquilizantes, se le ha quedado el cerebro como una pasa, no tiene memoria a corto plazo y está totalmente desinhibido.Lógicamente yo no tenía ningún valium.

Por supuesto estas obesiones requieren de dinero que intenta conseguir, por eso escondo mi monedero en un lugar distinto cada tanto. Siempre descubre todo, le quedó la inteligencia intacta.

Es la persona más obsesiva, neurótica, nerviosa y viciosa que conozco. No de ahora, de siempre.

Ahora tiene una nueva obsesión.

Tener un teléfono móvil.

Lo pide varias veces seguidas al día, como un disco rallado y balanceándose, como todo.




 Otras de sus actividades son vaciar los muebles de la casa, especialmente las librerías. Y comer sin parar, como un saco sin fondo.

Él antes pintaba y dibujaba cómics, ganó algún premio. También cazaba y pescaba. Y también me insultaba y traumatizaba en sus borracheras desde el día que nací hasta el día que dejó de beber, yo tenía 19 años creo.



Quiero hacerle un regalo por el día del padre, este año aún podrá disfrutarlo. También tiene sus cosas buenas, muy buenas, y tengo algunos buenos recuerdos. Hace muy poco tiempo, un par de meses, por primera vez pensé en él de una manera distinta a como lo había hecho hasta el momento.
Fue en un parque, sentada en un banco con mi novio, de noche y sosteniendo un paraguas porque llovía. Recuerdo que había el loco del portal paseando por delante nuestro dando vueltas, el loco del portal es un señor que se pone a beber dos litros de cola como si fuera una estatua en mi portal y luego se marcha.
La escena era muy romántica.
Por primera vez fuí capaz de pensar en el infierno que mi padre habría vivido durante todos esos años, en cómo se debería sentir al despertar y recordar lo que había dicho a su hija pequeña, al estar atrapado en su adicción y en sus propios demonios. Pensé en cómo debería sentirse ahora al verse así, sin poder volver a ser el que era aunque dejó de beber.

Y encontré el regalo ideal!


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